SEMANA 3 EDUCACIÓN RELIGIOSA 9º
La oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo
Objetivo
Que los ESTUDIANTES sientan el deseo de ayudar a que los menos activos vuelvan a
ser activos en la Iglesia de Jesucristo.
Preparación
1.
Estudie, con oración,
Lucas 15, Mateo 18:12–14 y Doctrina y Convenios 18:10–11. Después, estudie la
lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las
Escrituras. (Véase “Cómo preparar las lecciones”, págs. VII–VIII y “La
enseñanza por medio de las Escrituras”, págs. VIII–X.)
2.
Elija las preguntas
para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la
participación de los niños y los ayude a alcanzar el objetivo de la lección.
3.
Materiales necesarios:
a.
Un ejemplar de la
Biblia o del Nuevo Testamento para cada niño.
b.
Las láminas 7–19, El
buen Pastor y 7–20, El hijo pródigo (62155).
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Pida a uno de los estudiantes que ofrezca la primera oración.
Actividad para captar la atención
Relate a los estudiantes sobre alguna ocasión en que usted o alguien que
conoce haya perdido algo de gran valor y luego lo volvió a encontrar. Describa
a los niños el valor del objeto perdido y cómo se sintió cuando lo perdió y
luego al recuperarlo, y qué hizo para encontrarlo. Si lo considera apropiado,
lleve el objeto a clase para mostrárselo a los niños. Pídales luego que relaten
cualquier incidente que hayan tenido en que perdieron algo valioso y lo
volvieron a recuperar.
Relatos de las Escrituras
Enseñe las parábolas de la oveja perdida, de la moneda perdida y del hijo
pródigo utilizando las láminas en los momentos que considere apropiado. (En “La
enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII, encontrará varias
sugerencias de cómo hacerlo.) Explique a los niños que esas parábolas, al igual
que las del sembrador y del trigo y la cizaña, enseñan un importante principio
del Evangelio.
Preguntas para analizar y aplicar
Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las
Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que
usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a
aplicar los principios a su vida. El leer los pasajes en clase con los niños
hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.
La oveja perdida y la
moneda perdida.
·
•
¿Por qué estaba tan
preocupado el pastor por una oveja teniendo cien o la mujer por una moneda de
entre diez que tenía? (Lucas 15:4, 8.) Explique que por lo general la gente era
muy pobre y una moneda o una oveja eran cosas muy valiosas para ellos. De la
misma forma, para nuestro Padre Celestial todos Sus hijos son valiosos para Él.
¿Por qué creen que cada uno de nosotros es valioso para nuestro Padre
Celestial?
·
•
¿Por qué piensan que
se perdió la oveja? ¿Cómo creen que se perdió la moneda? ¿Cómo podríamos
nosotros o alguien a quien conocemos perderse? Haga que los niños comprendan
que en este caso el perderse significa no obedecer los mandamientos y hacer
cosas que nos hacen indignos de volver a la presencia del Padre Celestial.
·
•
¿Qué hizo el pastor
con la oveja perdida cuando la encontró? (Lucas 15:5.) ¿En qué forma su manera
de actuar demostró que él sentía un gran cariño por su oveja? ¿A quién
representa el pastor? ¿A quiénes representan las ovejas?
·
•
¿Qué hizo la mujer
para encontrar la moneda perdida? (Lucas 15:8.) ¿Qué ha hecho Jesucristo para
ayudar a los que se pierden y no guardan los mandamientos? (D. y C. 18:10–11.)
¿Cómo podemos ayudar a los que podrían estar perdidos?
·
•
¿Qué hicieron tanto el
pastor como la mujer cuando encontraron a la oveja y a la moneda,
respectivamente? (Lucas 15:6, 9.) ¿Cómo se sentirían si hubieran ayudado a
alguien a arrepentirse y regresar a Jesucristo?
·
•
¿Por qué creen que el
cielo y los ángeles sienten gozo cuando alguien se arrepiente? (Lucas 15:7,
10.)
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